De Pipeline Magazine por Phillip Marangella, Director de Marketing de EdgeConneX:
Según las previsiones de Cisco, el tráfico IP mundial alcanzará los 4,8 zettabytes anuales en 2022. Ese mismo año, se espera que el número de sensores y dispositivos IoT conectados supere los 50.000 millones, frente a los 21.000 millones estimados en 2018, según Juniper Research. Pongámoslo en perspectiva: para dar cabida a esta oleada de datos y "cosas", la infraestructura que estamos construyendo hoy, incluida la infraestructura de borde, es tan esencial para la nueva era de nuestra economía digital como lo fue el desarrollo del sistema de autopistas interestatales a mediados del siglo pasado.
Ahora, más que nunca, está claro que el volumen, la velocidad y la variedad de los flujos de tráfico de datos exigen una reestructuración drástica de Internet para centrarla más que nunca en el cliente. El Edge es el punto de demarcación de menor latencia entre la prestación y el consumo de servicios. Al procesar los datos lejos de la nube y más cerca de la fuente, el Edge aumenta tanto la escalabilidad como la seguridad de las aplicaciones basadas en IoT.
La primera y la segunda oleada de demanda de infraestructuras de borde se vieron impulsadas por el crecimiento exponencial de los contenidos OTT (Over-the-Top) y la generalización de los servicios en la nube, respectivamente. Junto con el crecimiento de las aplicaciones IoT industriales y de consumo a medida que nuestros hogares, edificios, calles, fábricas y comunidades enteras se vuelven más "inteligentes" y están cada vez más conectados, la próxima oleada verá proliferar globalmente una gama de factores de forma Edge en apoyo de tecnologías avanzadas como las redes 5G, los vehículos autónomos, la Inteligencia Artificial (IA) y las aplicaciones de realidad virtual y aumentada (AV/VR).
Echemos un vistazo a cada una de estas tendencias tecnológicas de próxima generación y veamos cómo la periferia y la reestructuración de Internet resolverán muchos de los retos clave que nos esperan.
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